Libro 3: La sonrisa de las mujeres, Nicolas Barreau
SINOPSIS: París y su magia. Una cocinera encantadora y su pequeño restaurante. Un libro y su misterioso autor.
En París, de vez en cuando, llueve a cántaros y sopla el viento del norte tan fuerte que parece no haber resquicio donde refugiarse. Como cuando las borrascas llegan al corazón y no sabemos cómo ni dónde esperar a que escampe.
Para Aurélie las casualidades no existen. Una tarde, más triste que nunca, se refugia en una librería y en un libro. Arrebujada en sus páginas, Aurélie reencuentra la sonrisa que creía haber perdido para siempre. Y muchas cosas más.
Hace ya un par de meces que leí este libro, pero retome unos capítulos cuando lo encontré durante la mudanza y me dio ganas de reseñarlo. Cuando lo compre estaba en una faceta romántica medio extraña, había leído "diario de una pasión"que es puro romance, y luego "Perdona si te llamo amor", que es un amor a la italiana (muchas amantes), luego lo leí este y la verdad es que esperaba otra cosa, los personajes son simpáticos y si alguna ves te dejaron te vas a identificar seguro, pero le falto un toque mas de humor, y menos de drama, aunque te deja con una linda sensación al final, es un libro que recomiendo para una tarde lluviosa de fin de semana.
Ademas debo decir que me compre un mantel rojo de cuadraditos, pero quien no habrá hecho algo así para sentirse parte de algo bonito jajaj.
Me gustaría dejarles un paseje que me hizo enamorar: (para que sepan en gateaux au chocolate, es como una tarta de mouse de chocolate amargo servido con parfait de naranjas amargas, en el libro esta la receta al final =)
..." -Y ahora mon cher ami, saquemos el "ateaux au chocolat". Es mi especialidad y Jacquie siempre dice un gateaux au chocolate es dulce como el amor.-
-Me lo creo a pies juntilas- Fui tras ella a la cocina con la pesada fuente de ragu de cordero. Estaba algo embriagado por el vino, por la compañía de Aurelie, por esa velada maravillosa que no quería que acabara jamas.
...Aurelie cerro la puerta del refrigerador y se volvió hacia mi. Estábamos tan cerca que chocamos.
-¿ Puedo preguntarle algo Monsiur Andre? Cuando por las noches bajo la escalera nunca me vuelvo porque temo que halla algo detrás de mio. -Sus ojos estaban muy abiertos y me tire de cabeza a ese suave mar verde- ¿No le párese extraño?-
-No - musite, e incline mi cabeza así ella- No me parece extraño, Todo el mundo sabe que no hay que volverse en una escalera a oscuras.
Y entonces la bese.
Fue un beso muy largo. En algún momento en que nuestros labios se separan por un breve instante, Aurelie dijo en vos baja: - Me temo que el parfait de naranja se esta derritiendo.
La bese en el hombro, en el cuello, le mordisquee la oreja con suavidad, y antes de volver de nuevo a su boca susurre:- Me temo que vamos a tener que vivir con eso.
Y luego ninguno de los dos dijo nada mas en mucho tiempo.
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